La pandemia de COVID-19 afectó a más de 1,6 mil millones de estudiantes, lo que se traduce en el 94% de la población estudiantil mundial. Durante este tiempo, el IIPE respaldó los sistemas educativos de los países con documentos claves, recomendaciones de políticas y apoyo técnica, en áreas como coordinación intersectorial, reapertura segura de las escuelas y provisión de apoyo al alumnado, a las familias y al personal docente.
Al desatarse la crisis, el IIPE organizó un foro mundial en línea dirigido a formuladores de políticas educativas y otros profesionales. Además, en América Latina, la Red de Especialistas en Política Educativa (RED) y el Sistema de Información de Tendencias Educativas (SITEAL) organizaron foros virtuales para intercambiar experiencias sobre respuestas nacionales a la pandemia, que se compilaron en un documento. Como resultado, el IIPE hizo una presentación sobre la educación postpandemia ante el Consejo Superior de Educación de Costa Rica y ofreció apoyo técnico al Ministerio de Educación de Argentina.
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En África subsahariana, donde la crisis afectó a unos 300 millones de estudiantes, el IIPE llevó a cabo una investigación sobre los desafíos y el potencial del aprendizaje digital. Sobre la base de una encuesta realizada en 34 países, el Instituto destacó una serie de iniciativas prometedoras que los formuladores de políticas podrían utilizar para tener llegada a los niños y niñas que no asisten a la escuela.
Here are four ways IIEP supported Member States during the pandemic:
15 webinars con un total de 57 600 visualizaciones
41 documentos sobre COVID-19
4 planes nacionales de respuesta a la pandemia de COVID-19
300 personas de 86 países participaron de un foro de aprendizaje global
“24 millones de jóvenes en riesgo de abandonar la escuela”
En agosto de 2020, el secretario general de la ONU, António Guterres, publicó el informe de políticas Educación durante COVID-19 y más allá, y advirtió que la pandemia había creado la alteración más grave de la historia en los sistemas educativos del mundo y amenazaba con producir una pérdida de aprendizajes que puede extenderse más allá de una generación de estudiantes. El Instituto preparó este documento en nombre de la UNESCO, para lo que tomó el liderazgo en la recopilación de los aportes de 15 organizaciones y en la redacción las recomendaciones sobre las formas de evitar una catástrofe y proteger el aprendizaje para todas las personas.